The Apostle Paul foretold that we in the latter days would live in “perilous times” (2 Timothy 3:1). Yet the Savior instructed His followers in this dispensation to “doubt not, fear not” (D&C 6:36). How do we move forward in faith and focus on the good when rage, calamity, and commotion swirl around us? We know from scripture and the words of modern-day prophets that these latter days are a time of great turmoil—but also a time of great miracles. In this timely book, Elder Ronald A. Rasband shares a beautiful message of hope and light, reminding us what we can do to fortify ourselves and receive heavenly guidance. As Elder Rasband teaches, “By divine design, we have been called to the Lord’s service leading up to His Second Coming.” His apostolic counsel helps us recognize the ways the Lord guides us through the troubled times in our lives to build a greater sense of hope and peace with our foundation fixed on Christ, that ultimately we might accept the Savior’s invitation: “Be not troubled” (D&C 45:35).

No os turbéis

El apóstol Pablo predijo que en los últimos días viviríamos en “tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1). Sin embargo, el Salvador instruyó a Sus seguidores en esta dispensación: “No dudéis; no temáis” (Doctrina y Convenios 6:36). ¿Cómo podemos avanzar con fe y centrarnos en lo bueno cuando la ira, la calamidad y la conmoción se arremolinan a nuestro alrededor? Sabemos por las Escrituras y las palabras de los profetas modernos que estos últimos días son una época de gran agitación, pero también una época de grandes milagros. En este libro tan actual, el élder Ronald A. Rasband transmite un hermoso mensaje de esperanza y luz, y nos recuerda lo que podemos hacer para fortalecernos y recibir una guía celestial adaptada específicamente a nuestra vida. Estamos en la tierra en esta época con un propósito. Como enseña el élder Rasband: “Por designio divino, hemos sido llamados al servicio del Señor en el tiempo previo a Su Segunda Venida”. Su consejo apostólico nos ayuda a reconocer las maneras en que el Señor nos guía a través de los tiempos difíciles de nuestra vida a fin de desarrollar un mayor sentido de esperanza y paz con nuestro cimiento fijado en Cristo, para que, en última instancia, podamos regocijarnos en nuestros días y aceptar la invitación del Salvador: “No os turbéis” (Doctrina y Convenios 45:35).