Dallin H. Oaks may not have seemed the likeliest choice to become an Apostle. His life path had been anything but conventional. He was only seven when his mother became a widow. His young adulthood saw him joining the National Guard and marrying at nineteen. But all along that path, the Lord was preparing him for the call that would eventually come.

This engaging biography by noted historian Richard E. Turley, Jr. takes the listener on a fascinating journey through the life of an extraordinary leader. It is filled with stories detailing his boyhood, his family life, his education and military experiences, and his distinguished academic and law career.

Most important, we witness his willingness to set aside that career in favor of a higher responsibility. In 1984, when President Gordon B. Hinckley extended the call to the apostleship, Dallin H. Oaks replied, "My life is in the hands of the Lord, and my career is in the hands of His servants." His lifetime of dedication to the Lord's work gives truth to his words and offers inspiration and faith to all who listen to his story.

Quizá habría parecido poco probable que Dallin H. Oaks un día llegara a ser miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, ya que su vida había seguido un sendero nada convencional. Su padre murió cuando él apenas tenía siete años y su madre tuvo que criar sola a sus tres hijos. Debido a la guerra de Corea, no pudo servir en una misión de tiempo completo y, en lugar de ello, se unió a la Guardia Nacional y se casó con su novia, June Dixon, cuando ambos tenían diecinueve años. No obstante, a lo largo de ese trayecto, el Señor lo estaba preparando para el llamado que con el tiempo llegaría.

Esta cautivadora biografía redactada por el destacado historiador y autor Richard E. Turley, hijo, quien ha sido colaborador del presidente Oaks durante mucho tiempo, lleva al lector a un fascinante recorrido por la vida de un extraordinario líder. La obra está llena de detalles que cobran vida con las fotografías que los acompañan sobre la independencia que Dallin desarrolló durante su infancia; su vida familiar con su esposa June y sus seis hijos y, más adelante, tras el fallecimiento de June, su cortejo y matrimonio con Kristen McMain; sus estudios y su trayectoria militar; su servicio como rector de la Universidad Brigham Young; y su distinguida carrera en el campo de las leyes que culminó con su nombramiento a la Corte Suprema de Utah.

Lo más importante es que observamos su disposición de dejar a un lado su profesión a fin de cumplir con una responsabilidad más elevada. En 1984, cuando el presidente Gordon B. Hinckley le extendió el llamamiento al apostolado, Dallin H. Oaks respondió: “Mi vida está en las manos del Señor y mi carrera en las manos de Sus siervos”. La dedicación a la obra del Señor que ha demostrado a lo largo de su vida brinda validez a sus palabras y ofrece inspiración y fe a todos los que lean su historia.